La radio siempre tuvo como propósito el ámbito comercial más que el social, ya que fue visto como un instrumento que pudiera abarcar más consumidores sin tener que convencerlos casa por casa por medio de la imprenta, aunque los volantes de publicidad nunca se hayan extinguido. Con la llegada de la televisión la captación de espectadores fue mayor, por lo que los mensajes comerciales obtuvieron mayor elaboración al ser visuales, con lo que aparecieron las casas de publicidad y productoras. Sin embargo los concesionarios de los medios electrónicos, se encaminaron a conquistar el poder político que resulta más importante que el económico, ya que dicho poder, además de brindar ganancias económicas, también constituye poderes monopólicos, conciertos direccionistas e intervención de gobierno. Entonces el contenido de la programación tanto en radio como en televisión, resulto secundaria en busca de calidad sino ahora el objetivo era cantidad de dominio en la programación y contenidos apropiados para volver a los receptores en aspiracionistas consumidores y eliminar cualquier inspiracionismo que no estuviera basado en dicho consumo. hoy en día, los medios convencionales buscan la anticalidad en sus producciones, y para ello, hacen uso de los comunicadores con los menores escrúpulos y la menor preparación posible, mismos que pasan desapercibidos en sus vicios y defectos para los espectadores convencionales, pero no para aquellos que encuentran en los medios emergentes, una radio y una televisión no convencional que aveces raya hasta en la radio y la televisión ciudadana, entonces es en ese terreno digital donde nace la competencia, los puntos de vista encontrados y la capacidad de elección que no brinda el limitado número de canales en la televisión abierta y restringida y en la radio que no tienen un sostén de veinticuatro horas, ademas de que el espectador encuentra en el internet una gama de opciones sin matrimonio de horarios y con repeticiones ilimitadas, con lo que se abre una era para un espectador inteligente que trata de ser confundido con contenidos iguales o parecidos a los que ha visto y escuchado toda la vida y renunciar al radio y a la televisión por internet, en donde deben renacer creadores preparados, originales y sin la perversidad del contenido de consumo por la labor informativa y de entretenimiento inteligente. Más en www.somoselespectador.blogspot.com