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Ella tomando café y yo como siempre lo hago en estos casos, escape de la taza caliente con una fría y dañina coca cola. La platica se torno en su totalidad en los temas de política, ese tema controvertido que nada más se puede hablar con las personas inteligentes, ya que tanto el diálogo sobre política, religión o sobre bandos deportivos, resulta casi imposible hablarlos con idiotas, al menos que queramos que la reunión termine en riña. Así les digo, la charla fue de política, de posturas profundas sobre el entendimiento profundo del Estado en su función para el beneficio de cierta colectividad sin excluir a todo el mundo, en una dirección benéfica de lo particular a lo general en base a las necesidades, intereses y objetivos humanos. En el intercambio de ideas no mencionamos al PRI, a los limitados candidatos para la presidencia de México que contienden este año, ni del saqueo salinista ni del lópezobradorismo como cambio de régimen, es decir, hablamos de política; no de políticos ni de sistemas electoreros, temas de los que muchos hablan cuando dicen polemizar sobre temas de política, sin en realidad es hablar de política. Más
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