Todo en la vida tiene una primera vez y soy afortunado de que así haya sido, ante el
cariño que le guardo a Rosa María Pelayo, una enorme artista que comenzó como
bailarina pero su oportunidad llegó como actriz en la serie ¡¡Cachún cachún ra
ra!! Como parte de una programación monopolizada de los años ochentas, por lo
que sin tener una gran calidad televisiva logró mantenerse por cinco años en el
canal principal de la televisión mexicana. En 1988 llega su mejor oportunidad,
al participar e nla telenovela “El pecado de Oyuki” con Ana Martín y después
Esmeralda en 1997 con Leticia calderón, telenovela que incluso tuvo su
repetición en Las estrellas hace unos meses. El desempeño que más nos gusta de
Rosita es en teatro en donde actuó en El diluvio que viene en 1996 compartiendo
escenario en esta reposición con Héctor Bonilla y Mariana Levy, y se ha
consolidado como una de las mejores actrices en uso del monólogo. Más en www.somoselespectador.blogspot.com