Aunque la hermosa Jacqueline Goldsmith, ya tenía corriendo el arte y el talento por sus venas, fue en 1986 cuando de manera fortuita comenzó su carrera en el mundo del modelaje, la actuación y en el rubro de la conducción, en donde ha marcado un sello de elegancia inigualable. Representante de la belleza michoacana, Goldsmith comenzó a construir una carrera artística sólida en un año que para México todo era reconstrucción y proyectos ambiciosos de levantamiento. Ahora la noche no es importante si no está Jacqueline Goldsmith, al ser la conductora más solicitada para la conducción de los grandes eventos, convirtiéndose en una maestra de ceremonias indispensable para noches de gala como Los Premios Bravo,Los Premios Arlequín y ceremonias de Plaza de las Estrellas.Más en www.somoselespectador.blogspot.com