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lunes, 27 de junio de 2016

PARA LOS QUE AMAMOS A SARA



Por Sara P. Lozan

" No soy perfecta, simplemente soy segura de su misma y estoy enamorada de mis imperfecciones y de lo que hoy soy y doy de mi, día a día ". Mi nombre es Sara y disfruto ser Madre, no pensé en volver a tener hijos después de haber concebido a mi primera hija a los 23 años de edad, pero este nuevo doble regalo que me dio la vida al haberme convertido en madre no por segunda, sino por tercera ocasión, ha sido la experiencia mas linda que he tenido después de 17 años en los cual yo pensé que iba a comenzar a tener mas espacios en mi vida, pero me case y emigre a USA y esta maravillosa vida que llevo ahora no la cambio por nada, anteriormente me dedicaba a trabajar para sacar adelante a mi nena que para ella fui madre y padre y ahora la necesidad mía al cuidar de mis nenes no es el trabajar fuera de casa, sino ser una Ama de casa y Mama al 100 por ciento, un cambio totalmente drástico pero que me ha hecho corregir los errores que tuve en mi juventud, no por querer tenerlos, sino por las diferentes circunstancias en las que me encontraba, dejar a mi hija al cuidado de mi tía no fue fácil para mi, aunque era alguien de confianza, mi hija demandaba de mi, pensé que el darle todo era lo mejor y ella estaría y seria feliz, error, un hijo necesita más atención y calidad de tiempo por parte de sus padres y ahora que veo a mis nenes crecer y tenerlos literalmente las 24 horas del día, me siento una mujer completa, para mi no ha sido difícil escuchar un reproche de mi hija la mayor, el porque no le di la oportunidad de estar mas tiempo conmigo y aunque le doy explicaciones eso nunca justificaría mi ausencia y precisamente por eso esta nueva etapa me ha hecho madurar y comprender que un hijo no solo necesita todo lo mejor, un hijo es un compromiso, demanda tiempo, pero tiempo con calidad y con el paso de tiempo he aprendido a corregir poco a poco esos detalles, nosotras las mujeres como Madres, adquirimos esa gran responsabilidad al procrear un hijo, de cuidarlo, protegerlo, amarlo y sobre todo educarlo y formarle hábitos de buena conducta, para que el día de mañana sean hombres de bien. MAS EN www.somoselespectador.blogspot.com