La peor rama del periodismo para muchos es la de espectáculos, al conocer como espectáculos los chismes, notas sin fundamento, comentarios sobre la vida personal de las estrellas, pláticas si conocimiento de causa, y éso, no son espectáculos. La narración y crítica sobre una obra de teatro, una producción cinematográfica, pensamientos filosóficos de los creadores, presentación de su obra, han sido casi extinguidos por la nota rosa, que nació en Miami, luego con otros tintes en España y anido perfectamente a nuestro país, en un campo fértil en donde el periodista de espectáculos no tiene preparación académica ni profesional al igual que sus jefes de Información y muchas veces que sus mismos invitados, cerrando el círculo vicioso junto con los mismos lectores y televidentes con pocas oportunidades escolares, bajo un pésimo sistema educativo y cautivados a la enajenación mediática cuya funcionalidad de gobierno ha estado basada en la televisión. Una periodista destacada como Diana Canosa paró los pelos de punta de sus colegas periodistas cuando señaló que a sus veinte años de informadora podía decir con conocimiento de causa que el periodismo de espectáculos al cual ella estaba abocada, le parecía demasiado mediocre en donde nadie se anima al debate ni a lo diferente y en donde no existe la capacidad de ofrecer ideas originales. En México una destacada periodista como Paola Rojas aceleró su crecimiento al saltar a la fuente noticiosa cuando su estancamiento mayor fue como periodista de espectáculos en donde los reporteros han pasado de malos a intolerables. En México fue muy criticada Alicia Machado cuando la exmiss universo, criticó a los reporteros de espectáculos de su aspecto físico, mental y hasta su preferencia sexual y principalmente su nula preparación y frustración bajo la aclaración de que sus comentarios no eran generalizados. El nivel del periodista y reportero de espectáculos es notorio con sólo escuchar sus interrogatorios, su comportamiento ante el entrevistado y el contenido de sus programas de televisión y línea editorial. Aquel que quiere introducirse al mundo del periodismo o en el reportaje, sí carece de experiencia ni conocimientos y un bajo nivel cultural pero sí, excelentes relaciones, el lugar más adecuado es la fuente de espectáculos. Porque el público que disfruta de las notas de espectáculos es el menos exigente, porque los Jefes de redacción y de información también lo son y porque muchas veces los entrevistados están más al pendiente de salir bien ante la cámara y de ocultar sus defectos o falta de talento antes de ser frontales y defender su propuesta o proyecto artístico. Y en el peor de los casos quieren ser parte de un escándalo para ser centro de la nota del chisme, en vez de que busque sobresalir por su actividad ante la información de relevancia. Los factores antes señalados y la falta de mayor competencia y apertura de los medios de comunicación, hacen que sean pocos los espacios de espectáculos y más los de chismes y nota rosa, que se han cada vez menos los reporteros y cada vez más los mensajeros del chisme y empleados de la frivolidad, así como de que existan cada vez más famosos y cada vez menos figuras. El periodismo es fascinante sea de política, de deportes, de ciencia, de cultura o de espectáculos porque el periodismo es pasión y vocación aunque muchos nada más lo entiendan como una manera de sobresalir, de sentirse importantes ante sus complejos y mediocridad y lo consideren únicamente como una vía de obtener ingresos de manera lícita y hasta ilícita, salvo honrosas excepciones que ante un mar contaminado, saltan a la vista como agua clara. Más en www.somoselespectador.blogspot.com