Cuando el televidente no tiene en pantalla de manera constante a una comunicadora del grado de inteligencia y talento de Verónica Sánchez, es cuando uno obtiene la respuesta de porque la televisión informativa vive su peor momento, por no atreverse al intercambiar a caducos noticieros aferrados a la silla de la corrupción y la distorsión noticiosa con elementos de mayor categoría. Más en www.somoselespectador.blogspot.com