Por José Angel Martínez Jiménez
La transformación del país que propone una política contraneoliberal, debe comprender de manera inmediata a los medios de comunicación en su saneamiento ante la prioridad que han mostrado a los intereses comerciales y empresariales, antes que a los informativos; y esta debe darse, con el estricto cumplimiento de La ley de Comunicación que también requiere una reforma, cuya letra debe ser práctica y no censuradora. El gobierno mexicano de la pretenciosa cuarta transformación, debe respetar cualquier expresión electrónica por dolosa que sea, por lo que su combate no debe ser mediante un mecanismo censurador, sino por medio de la calidad competitiva de los medios del Estado, que al cumplir su función informativa y cultural, pero basadas en la calidad, la originalidad y sobre todo en el entretenimiento; de manera natural, atraerán la preferencia dele espectador que abandonará los medios viciados y por consecuencia, los medios comerciales tendrán que cambiar sus tendencias, por el camino que le obliga la competencia de calidad. Más en www.somoselespectador.blogspot.com